Contribuyentes

viernes, 26 de febrero de 2010

Arriesgar, tan fácil como eso, o ¿no?...



Pares o nones. Piedra, papel o tijera. Lanzar un dado al aire. Elige: ¿izquierda o derecha?

A veces no resulta todo tan fácil como un juego pero sí que se persigue el mismo objetivo: la meta. Ganar con tu apuesta. Que el papel envuelva la piedra todopoderosa que se carga a las tijeras que nos daban en el cole para recortar cartulina; una desfachatez de tijeras a prueba de subnormales (el que consiguiera cortar por el borde merece extenso reconocimiento). Los dados que se empeñan en 'trucarse' con tal de joderle a uno la suerte que le brinda el cubilete. Y cuando te dan dos manos a elegir siempre te decantas por el malo; o el menos bueno, siendo optimistas.

A veces la vida se resume a eso: juegos de niños. ¿Qué sería de nosotros sin la avaricia y el temor a perder? Porque eso es lo único que incrementa las ganas de jugar: perder; perderlo todo. Bancarrota, o quiebra, que le llaman ahora.

El problema es que quien no apuesta no gana y únicamente el afán del gran panel con exquisito bote acumulado para ganar es lo que nos hace tragar saliva y decidirnos a lanzar los dados, casi con ganas de que todo se lo lleve el viento...

Yo lo tengo claro. El trepidante juego infantil en el que se ha convertido mi día a día no permite bajas por depresión. Se parece a Jumanji pero sin peligro de muerte. No saldrá una jungla de un tablero pero sí estás obligado a jugar. Y como en una buena película de domingo por la tarde, sabes que acabarás ganando. ¿Se imaginan que Jumanji se tragara para siempre a los protagonistas? ¿Qué gracia tiene eso?

Los juegos de niños son, entonces, sólo metáfora. Y a veces ni siquiera pueden jugar los niños. Casinos, ruletas; todo al rojo. Si se gana, se gana. Y si no, también. Ahí está el verdadero secreto de los grandes divertimentos: incluso aquel que pierde está contento de tener con quién jugar.

8 comentarios:

  1. Como me alegro de haber jugado,haber perdido y a la vez ganado; fueron pocos dias, pero intensos. Quizás confundí el juego y no jugaba a ser capaz de vivir en Sevilla. De ser así, ¡bien sabes sabes que estaría en bancarota!. Quizás el juego consistía en conseguir una buena amistad...¡gane! ;)Un besito

    ResponderEliminar
  2. Sabías que no podías dejarlo pasar, si no apostabas nunca sabrías si podría haber funcionado... le echaste valor y apostaste tus mejores cartas. La jugada no fue la esperada, pero eso no significa que hayas perdido, posiblemente hayas ganado... me entiendes, verdad? :)

    ResponderEliminar
  3. a la perfeccion y perfectamente, por cierto gracias por aguantarme jaja y por TODO!!

    ResponderEliminar
  4. Indirectamente me siento identificada. Me defino como una persona tan cabezota...tan pesada, tan inútil, pero ésto me hace luchar, jugar.
    ¿Qué pasa cuando juegas aún sabiendo que vayas a intoxicarte? ¿Eres masoca? A menudo suelen decírmelo "no sé porque te metes ahí si sabes que vas a sufrir, que no lo vas a conseguir, blablablabla"
    Igual estoy mezclando, malinterpretando, porque estoy cegada por mi situación...
    Al menos podemos jugar, supongo, aunque hay partidas en las que es mejor retirarse, o no seguir jugando, creo, por el bienestar de uno mismo. No sé que hago diciendo ésto si nunca lo llevo acabo, suele importarme más bien poco "el bienestar de uno mismo", osease, el mío
    No tengo ni la más remota idea que te lleva, Ana Pérez, a escribir ésta entrada pero sea lo que sea, una ludópata de la vida, te aconseja jugar hasta el final.

    Y como para toda situación hay una especie de proverbio que nunca sé si sale de mi mente o de la cultura popular...más me vale arrepentirme de lo que hice que de lo que no.


    Un beso para Lucía por si me lee, y otro para ti.

    ResponderEliminar
  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  7. Buff, solo me cabe decir eso...no me esperaba ni mucho menos, ni mas, con esta entrada y encontrarme respuestas tan dispares sobre mi divagar de pensamientos y situaciones actuales...y obvio de una persona que no conozco de nada y me de su punto de vista acerca de tal situacion y encima me anime a seguir...sorprendida me hallo..supongo que esto es la vida sorprenderte de como personas que ni conoces llegan mas hondo que con las que vives continuamente..indirectamente al aportarme algo de tu situacion Carmen, te tuteare como espero que hagas conmigo, veo como casi todo el mundo me reconoce que he hecho bien en "mojarme" en mi "problema", pero todo tiene un limite, toda persona tiene un fin que debe imponer cuando ve que aunque dé no recibe, que aunque ponga la otra mejilla, se la van a abofetear igual, por lo tanto, mejor dejar perder la guerra, seguir con el rostro rojizo por tanto puñal, pero como bandera una gran sonrisa, porque en el mundo debe y tiene que haber de todo, mi condicion es esa...y que cada cual escoja la suya, que cada cual escoja su felicidad y manera de caminar por la vida.

    Otra vez, os doy las gracias, nada es duradero ni eterno, y todo pasa al igual que llega.

    ResponderEliminar
  8. Debemos pensar que lo importante no es perder, sino la gran cantidad de cosas que aprendemos, de emociones que vivimos y, sobre todo, los profundos sentimientos que experimentamos. Lo de perder es algo secundario.
    Ana, no merezco que me des las gracias por escucharte :)
    Carmen, siempre leeré lo que tu quieras que lea, hemos compartido mucho.

    ResponderEliminar