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jueves, 23 de diciembre de 2010

Ambos.

La pareja no nos salva de nada, no debería salvarnos de nada.
Muchas personas buscan pareja como medio para resolver sus problemas.
Creen que una relación íntima los va a curar de sus angustias, de su aburrimiento, de su falta de sentido.
Esperan que una pareja llene sus huecos. ¡Qué terrible error!
Cuando elijo a alguien como pareja con estas expectativas, termino inevitablemente odiando a la persona que no me da lo que yo esperaba.
¿Y después? Después quizás busque a otra, y a otra, y a otra... o tal vez decida pasarme la vida quejándome de mi suerte.


La propuesta es resolver mi propia vida sin esperar que nadie lo haga por mí.
La propuesta es, también, no intentar resolverle la vida al otro.
Encontrar a otro para poder hacer un proyecto juntos, para pasarlo bien, para crecer, para divertirnos, pero no para que me resuelva la vida.
Pensar que el amor nos salvará, que resolverá todos nuestros problemas y nos proporcionará un continuo estado de dicha o seguridad, solo nos mantiene atascados en fantasías e ilusiones y debilita el auténtico poder del amor, que es transformarnos.
Y nada es más esclarecedor que estar con otro desde ese lugar, nada es más extraordinario que sentir la propia transformación al lado de la persona amada.


En vez de buscar refugio en una relación, podríamos aceptar su poder de despertarnos en aquellas zonas en que estamos dormidos y donde evitamos el contacto desnudo y directo con la vida.
La virtud de ponernos en movimiento hacia adelante mostrándonos con claridad en qué aspecto debemos crecer.


Para que nuestras relaciones prosperen, es menester que las veamos de otra manera; como una serie de oportunidades para ampliar nuestra conciencia, descubrir una verdad más profunda y volvernos humanos en un sentido más pleno.


Y cuando me convierto en un ser completo, que no necesita de otro para sobrevivir, seguramente voy a encontrar a alguien completo con quien compartir lo que tengo y lo que él tiene.


Ese es, de hecho, el sentido de la pareja.
No la salvación, sino el encuentro.
O mejor dicho, los encuentros.


Yo contigo.
Tú conmigo.
Yo conmigo.
Tú contigo.
Nosotros, con el mundo.

3 comentarios:

  1. Jaja, pareces Jorge Bucay. No estoy muy de acuerdo contigo, porque el amor es una ilusión, un egoísmo y tu pareja un apoyo incondicional. El amor no se puede concebir como algo objetivo y neutro, como lo planteas tú, y todo lo que hablas es inevitable cuando estás enamorado.

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  2. jajajaja si la verdad un poco..xD
    Será eso, cuestión de sentirlo, esto es lo que pienso hoy, mañana, si me llega, estaremos comentando otra cosa...llámalo el día a día.

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  3. jajaja, será la diferencia entre la "teoría" y la "práctica"

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