OBSERVANDO NUESTRO UNIVERSO.
"Nunca se alcanza la verdad total,ni nunca se está totalmente alejado de ella". Aristóteles.
¿Qué temas nos interesan?
lunes, 27 de junio de 2011
Te deseo.
Víctor Hugo.
domingo, 15 de mayo de 2011
domingo, 13 de febrero de 2011
"El Gran Dictador"
Pero yo no quiero ser emperador. Ese no es mi oficio, sino ayudar a todos si fuera posible. Blancos o negros. Judíos o gentiles. Tenemos que ayudarnos los unos a los otros; los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacernos desgraciados. No queremos odiar ni ayudar a nadie. En este mundo hay sitio para todos y la buena tierra es rica y puede alimentar a todos los seres. El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las armas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia las miserias y las matanzas. Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado a nosotros mismos. El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado, sentimos muy poco. Más que máquinas necesitamos más humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura. Sin estas cualidades la vida será violenta, se perderá todo. Los aviones y la radio nos hacen sentirnos más cercanos. La verdadera naturaleza de estos inventos exige bondad humana, exige la hermandad universal que nos una a todos nosotros. Ahora mismo, mi voz llega a millones de seres en todo el mundo, millones de hombres desesperados, mujeres y niños, víctimas de un sistema que hace torturar a los hombres y encarcelar a gentes inocentes. A los que puedan oirme, les digo: no deseperéis. La desdicha que padecemos no es más que la pasajera codicia y la amargura de homres que temen seguir el camino del progreso humano. El odio pasará y caerán los dictadores, y el poder que se le quitó al pueblo se le reintegrará al pueblo, y, así, mientras el Hombre exista, la libertad no perecerá. Soldados. No os entreguéis a eso que en realidad os desprecian, os esclavizan, reglamentan vuestras vidas y os dicen qué tenéis que hacer, qué decir y qué sentir. Os barren el cerebro, os ceban, os tratan como a ganado y como carne de cañón. No os entreguéis a estos individuos inhumanos, hombres máquina, con cerebros y corazones de máquina. Vosotros no sois ganado, no sois máquinas, sois Hombres. Lleváis el amor de la Humanidad en vuestros corazones, no el odio. Sólo lo que no aman odian, los que nos aman y los inhumanos. Soldados. No luchéis por la esclavitud, sino por la libertad. El el capítulo 17 de San Lucas se lee: "El Reino de Dios no está en un hombre, ni en un grupo de hombres, sino en todos los hombres..." Vosotros los hombres tenéis el poder. El poder de crear máquinas, el poder de crear felicidad, el poder de hacer esta vida libre y hermosa y convertirla en una maravilosa aventura. En nombre de la democracia, utilicemos ese poder actuando todos unidos. Luchemos por un mundo nuevo, digno y noble que garantice a los hombres un trabajo, a la juventud un futuro y a la vejez seguridad. Pero bajo la promesa de esas cosas, las fieras subieron al poder. Pero mintieron; nunca han cumplido sus promesas ni nunca las cumplirán. Los dictadores son libres sólo ellos, pero esclavizan al pueblo. Luchemos ahora para hacer realidad lo prometido. Todos a luchar para liberar al mundo. Para derribar barreras nacionales, para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia. Luchemos por el mundo de la razón. Un mundo donde la ciencia, el progreso, nos conduzca a todos a la felicidad. Soldados. En nombre de la democracia, debemos unirnos todos.
miércoles, 29 de diciembre de 2010
Extraña forma de vida.- Enrique Vila-Matas
jueves, 23 de diciembre de 2010
Ambos.
Muchas personas buscan pareja como medio para resolver sus problemas.
Creen que una relación íntima los va a curar de sus angustias, de su aburrimiento, de su falta de sentido.
Esperan que una pareja llene sus huecos. ¡Qué terrible error!
Cuando elijo a alguien como pareja con estas expectativas, termino inevitablemente odiando a la persona que no me da lo que yo esperaba.
¿Y después? Después quizás busque a otra, y a otra, y a otra... o tal vez decida pasarme la vida quejándome de mi suerte.
La propuesta es resolver mi propia vida sin esperar que nadie lo haga por mí.
La propuesta es, también, no intentar resolverle la vida al otro.
Encontrar a otro para poder hacer un proyecto juntos, para pasarlo bien, para crecer, para divertirnos, pero no para que me resuelva la vida.
Pensar que el amor nos salvará, que resolverá todos nuestros problemas y nos proporcionará un continuo estado de dicha o seguridad, solo nos mantiene atascados en fantasías e ilusiones y debilita el auténtico poder del amor, que es transformarnos.
Y nada es más esclarecedor que estar con otro desde ese lugar, nada es más extraordinario que sentir la propia transformación al lado de la persona amada.
En vez de buscar refugio en una relación, podríamos aceptar su poder de despertarnos en aquellas zonas en que estamos dormidos y donde evitamos el contacto desnudo y directo con la vida.
La virtud de ponernos en movimiento hacia adelante mostrándonos con claridad en qué aspecto debemos crecer.
Para que nuestras relaciones prosperen, es menester que las veamos de otra manera; como una serie de oportunidades para ampliar nuestra conciencia, descubrir una verdad más profunda y volvernos humanos en un sentido más pleno.
Y cuando me convierto en un ser completo, que no necesita de otro para sobrevivir, seguramente voy a encontrar a alguien completo con quien compartir lo que tengo y lo que él tiene.
Ese es, de hecho, el sentido de la pareja.
No la salvación, sino el encuentro.
O mejor dicho, los encuentros.
Yo contigo.
Tú conmigo.
Yo conmigo.
Tú contigo.
Nosotros, con el mundo.
lunes, 20 de diciembre de 2010
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Calderón de la Barca. "La vida es sueño"
lunes, 13 de diciembre de 2010
jueves, 2 de diciembre de 2010
Los contrastes de mi vida.
miércoles, 24 de noviembre de 2010
El concepto trágico del amor.
lunes, 8 de noviembre de 2010
Salvajes.
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jueves, 23 de septiembre de 2010
La Reina del Drama
Por lo menos diré que su recuerdo no pasará de largo de inmediato. Los nuevos inquilinos de aquel piso se han ganado todos los cuchicheos del barrio, dejando en el olvido a la pobre reina del drama, pero el camarero, que le servía Martini cada noche sin dejar de mirarla un sólo segundo en el proceso, nunca deja de preguntarse qué habrá pasado con aquella furcia del lunar postizo. Casi todo tiene final y los finales casi siempre tienen moraleja.
martes, 24 de agosto de 2010
"Nada, decir que..."
Por otra parte, centrándonos en los medios visuales, podemos decir que nos encontramos ante un fenómeno que rompe con las relaciones sociales y modifica nuestros comportamientos. En primer lugar, rompe con las relaciones sociales porque nos pasamos horas delante del televisor, escuchando hablar a personas ajenas a nosotros con las que nos identificamos pero las que no conocen de nuestra existencia, y deseamos conocerlas aunque ellas a nosotros no. Mientras, dejamos a un lado las relaciones reales, las conversaciones reales, el contacto real, pues observamos imágenes virtuales en el salón sin pronunciar una palabra con las personas reales que nos acompañan.
En segundo lugar, a mí se me ocurre que modifican nuestro comportamiento en el mismo instante en el que aguantamos 20 minutos sin ir al servicio esperando a que lleguen los "anuncios".
Además de todo esto y volviendo al tema de que constituye un gran poder, quisiera señalar la importancia que tienen los medios en cuanto a la lengua. Todos, y especialmente los niños, pasamos horas y horas delante de un televisor, leemos el periódico y navegamos por internet, construyendo nuestra gramática... ¡Nuestra forma de expresarnos de forma escrita y oral!. Por tanto, los medios se convierten en nuestros maestros de lengua y poco se puede hacer para evitar los "piezazos", porque se extienden rápidamente y ya puede decir la RAE misa, que la norma consuetudinaria (lo que se hace normal entre los hablantes) no hay Dios que vaya contra ella. Así que nos encontramos de frente con unos cuantos incompetentes que se creen "muy cultos" inventando expresiones que no tienen sentido o son agramaticales, tales como "por tanto, decir que..." o "tema a tratar". Y todos salimos perjudicados.
Con todo esto, quiero decir que los medios y los periodistas tienen una gran responsabilidad con la sociedad, en todos los aspectos, y este debe y es uno de los principios del periodismo.
Y aunque yo no soy periodista aún ni tampoco la RAE y me equivoco también, como creo que lo que digo tiene una base sólida y todos podemos ayudar, para quien no lo sepa o le interese comentaré a continuación una de las expresiones que más oimos hoy en día: "violencia de género".
Tenemos que empezar explicando que hoy en día nuestra lengua se considera sexista. ¿Por qué?
- Porque descubrimos que la forma masculina en muchas ocasiones sirve para designar tanto a lo masculino como a lo femenino, pero no al contrario, la femenina para designar al femenino y masculino.
- Porque aún es problemático el uso de femeninos para nuevas profesiones, tales como "la médica", ya que antiguamente muchos nombres de profesiones en femenino designaban a "la mujer de". Por eso, muchas profesionales consideran más prestigioso el uso del masculino, aunque poco a poco va cambiando la tendencia gracias a la "transparencia semántica", que también nos lleva a equivocaciones tales como "miembros y miembras".
- Porque muchos femeninos poseen carácter peyorativo, tales como lagarta, zorra o verdulera.
Sin embargo, estas críticas y argumentos están basados en una confusión entre sexo y género, que pertenecen a distintos planos: el de la realidad y el de la gramática. Por eso, para contrarrestar esos argumentos, tenemos que saber que no existe un paralelismo estricto entre cultura y lengua, por lo que no es necesario que la lengua refleje en todos los casos las novedades socioculturales. Y que no hay correlación necesaria entre sexo y morfología de la lengua (como ocurre con los sustantivos inanimados, que pueden ser masculinos o femeninos por etimología, por ejemplo).
Con estas bases más o menos para centrarnos, podemos decir que el origen de la confusión entre los términos género y sexo puede encontrarse en la Conferencia Mundial sobre la Mujer. En la documentación que se tradujo del inglés al español, la palabra "gender" se vertió al español como "género" en sintagmas como "violencia de género". Quizá la razón por la que se tradujo como "género" y no como "sexo" se deba a que esta expresión es una traducción directa del inglés, lengua que rechaza la palabra "sex" por pudor. Pero en nuestra lengua "violencia sexista" no tiene connotaciones impúdicas, por lo que sí se puede utilizar y ayudaría a diferenciar entre "sexo" y "género", que tantos problemas da.
Por tanto, la RAE pide que se empleen otras expresiones como violencia contra la mujer, según quien sea y la situación del referente, puesto que la otra manera es una mala traducción y nos hace olvidar que, ¡las palabras tienen género y no sexo y los seres vivos tienen sexo y no género!.
Con esto concluyo, que no soy gramática y tampoco quiero ponerme "pesá", advirtiendo que existe la posibilidad de que alguna expresión en este texto esté mal, ¡que yo también veo la televisión y leo el periódico!
miércoles, 11 de agosto de 2010
Con el tiempo.
Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes... y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calor del sol quema. Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar,
que uno realmente es fuerte,
que uno realmente vale, y uno aprende y aprende...
y con cada día aprende.
Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.
Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.
Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de esa persona solo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.
Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos, tarde o temprano se verá rodeado solo por amistades falsas.
Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.
Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es solo de almas grandes.
Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.
Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir.
Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.
Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicadas al cuadrado.
Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas.
Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.
Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.
Con el tiempo aprendes que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, ante una tumba, ya no tiene ningún sentido.
Pero desafortunadamente, sólo con el tiempo...
Anónimo.
jueves, 5 de agosto de 2010
Once minutos.
Como complemento a todo esto, solo me gustaría mencionar algunas ideas que he extraído de un libro que ayer mismo terminé y del que ya dejaba algunas pinceladas en la entrada anterior. Se trata del libro "Once minutos", de Paulo Coelho.
El libro cuenta la historia de una chica brasileña que decide trabajar como prostituta por su cuenta y riesgo en Suiza, guiada por una serie de decisiones erróneas que la llevan hasta allí, sin darse cuenta de que su futuro, realmente, está en sus manos, y que las decisiones no las toma el destino por ella, sino que en su mano está realizar sus sueños.
Como he dicho anteriormente, los libros son mágicos porque nos permiten crear nuestras propias interpretaciones, y así lo he hecho yo con este. Y es que, ¿acaso no es nuestra vida así? A veces (muy a menudo) tengo la sensación de que ignoramos que tenemos en nuestras manos la capacidad para ser felices, pero casi siempre dejamos escapar las oportunidades porque nos da miedo afrontar cambios, porque es más fácil someternos a lo que ya conocemos. Lo malo es que la vida no es como nos la han contado, y es una gran mentira que los sentimientos no se pueden controlar. Sí que se pueden controlar, modificar, someter, reprimir. No tenemos más que pensar en todos los momentos que hemos dejado pasar, todos los abrazos que no hemos llegado a dar, las palabras que jamás dejamos salir, las lágrimas que nadie vio nunca. El problema es que eso es lo que nos hace ser más inseguros y menos felices, controlar nuestros sentimientos, es lo que nos desgasta por dentro. El mismo hecho de saber que el destino no lo controla nadie ni nada por nosotros, somos nosotros los que construimos nuestro futuro, los que sentamos las bases de nuestra existencia; pero nos cohibe el miedo, nos aterra ser felices, por paradójico que suene. El ser humano es inseguro por naturaleza.
Nuestra vida, en algunos momentos, es como la de esa chica que tomó mal sus decisiones y pensó que no había marcha atrás, sin darse cuenta de que la vida, ya de por sí, nos regala un amplio abanico de oportunidades.
viernes, 30 de julio de 2010
Así que con este breve inciso, había pensado en escribir el fragmento de un libro que me prestó una amiga y que dicta así:
"- Según Platón, al principio de la creación, los hombres y las mujeres no eran como son hoy; había sólo un ser, que era bajo, con un cuerpo y un cuello, pero cuya cabeza tenía dos caras, cada una mirando en una dirección. Era como si dos criaturas estuviesen pegadas por la espalda, con dos sexos opuestos, cuatro piernas, cuatro brazos.
Los dioses griegos, sin embargo, eran celosos, y vieron que una criatura que tenía cuatro brazos trabajaba más, dos caras opuestas estaban siempre vigilantes y no podían ser atacadas a traición, cuatro piernas no exigían tanto esfuerzo para permanecer de pie o andar durante largos períodos. Y lo que era más peligroso: la criatura tenía dos sexos diferentes, no necesitaba de nadie más para seguir reproduciéndose en la tierra.
Entonces, dijo Zeus, el supremo señor del Olimpo: "Tengo un plan para hacer que estos mortales pierdan su fuerza".
Y, con un rayo, partió a la criatura en dos, y así creó al hombre y a la mujer. Eso aumentó mucho la población del mundo, y al mismo tiempo desorientó y debilitó a los que en él habitaban, porque ahora tenían que buscar su parte perdida, abrazarla de nuevo, y en ese abrazo recuperar la antigua fuerza, la capacidad de evitar la traición, la resistencia para andar largos períodos y soportar el trabajo agotador. A ese abrazo donde los dos cuerpos se confunden de nuevo en uno lo llamamos sexo."
Paulo Coelho. Once minutos.
viernes, 18 de junio de 2010
Amin Maalouf
Partiré de una de mis últimas entradas, "los límites del conocimiento", donde comentaba que había cosas que habían despertado en mí un interés y una preocupación que estaban muertas. Pues bien, me refería concretamente a un libro, "Identidades asesinas", de Amin Maalouf, que casualmente fue nombrado la semana pasada Premio Príncipe de Asturias por, decían en el telediario, "crear puentes entre las culturas". Y nada podría describir mejor a este autor.
Yo, para ser sinceros, solo he leído ese libro, no puedo presumir de conocer toda su biografía y he de decir que llegó a mis manos por pura casualidad, por exigencia de mi profesor de "Comunicación intercultural". Sin embargo, tengo que decir que me alegro que de una u otra forma haya sido así pues, como ya he mencionado, este libro ha despertado en mí algo que no existía; algo tan increíble como la fe en el cambio. Y desde mi más humilde posición propongo que se enseñen estos libros en las escuelas; que se transmitan estos valores en las casas, pues la forma de pensar y los ideales que se defienden deben estar sustentados por fuertes pilares que sean difíciles de romper, y no hay mejor forma de conseguirlo que partiendo del conocimiento acerca de lo que queramos defender y, sobre todo, contra qué lo queremos defender, que también es muy importante.
Haré un breve resumen sobre qué podemos encontrar en este libro para comprender un poco mejor de qué trata:
Nuestro autor comienza explicando que nació en Líbano, pero habita en Francia desde hace muchos años. Comparte, por tanto, diferentes lenguas y culturas. Sin embargo, cuando sus amigos le preguntan que qué se siente más, francés o libanés, Malouf les explica que ni una cosa ni otra, ambas por igual, porque su identidad no está formada por su procedencia o su lengua, sino por miles de cosas que comparte con otras millones de personas, pero que en su conjunto le hacen un ser único. Y cuando termina de explicar todo esto le preguntan, "vale, pero entre tú y yo, ¿qué te sientes más, francés o libanés?".
Por lo general, Malouf realiza una crítica sobre la equívoca idea de identidad que mantenemos y explica que, cuando una minoría se siente humillada, la identidad se exalta: la mayoría de los genocidios basados en cuestiones de identidad no se explican mediante la locura.
Por ello, el libro de Malouf reivindica la necesidad de educarnos en un nuevo concepto de identidad, en la que a nadie se le obligue a elegir una identidad concreta porque ésta es algo compuesto. De lo contrario, estaremos creando ejércitos de asesinos.
Maalouf intenta explicar los problemas que existen entre Occidente y Oriente, cuestiones relacionadas con el islam, cuestiones acerca de la globalización o la necesidad de conocer otras lenguas como forma de comprender a otras culturas. La idea de Malouf es que no nos sintamos andaluces o españoles, sino que nos sintamos "habitantes del mundo" y comprendamos que es más lo que nos une que lo que nos separa.
Por supuesto, Maalouf profundiza muchísimo sobre cuál es el concepto de identidad que tenemos hoy en día y qué es lo que puede hacer a las personas matar por ella.
Por otra parte, he de señalar que no es un libro fácil que podamos leer en un día mientras estamos en el salón viendo la televisión, pues está plagado de ideas y sentimientos muy complejos que merecen la pena ser estudiados atentamente. Yo, personalmente, tuve que leer el libro un par de veces para comprenderlo con mayor profundidad pero, sinceramente , me mereció la pena.
No reivindica un cambio inmediato, ni propone metas fáciles de alcanzar, incluso en algunas ocasiones parecen ideas totalmente utópicas pero, como dice nuestro autor, ¿acaso no parecía imposible la igualdad entre los hombres y las mujeres?, ¿no era inconcebible la abolición de la esclavitud? ¡Claro que cuando algo se presenta como nuevo es difícil de lograr!, pero si no apostamos por ello y empezamos a cambiar podemos estar seguros de que las atrocidades que se cometen seguirán llevándose a cabo. La Humanidad ha conseguido maravillas con la lucha incesante, con la creencia de que es posible conseguirlo, ¿por qué no iba a ser con esto igual?
Por todo esto, recomiendo que se lea este libro como método para abrir nuestros horizontes, para recuperar esa convicción de que se puede conseguir "algo mejor", tan en desuso en estos últimos tiempos, en los que el optimismo parece haber quedado a un lado.
Pero, no señores, no es imposible conseguir renovar el mundo.
lunes, 24 de mayo de 2010
Palabras metidas en una habitación cerrada a cal y canto, donde nada puede salir, pero tiene una pequeña rendija por la cual no dejan de entrar más y más cosas, nuestras propias palabras no expresadas públicamente y las de los demás, sí expresadas, y que duelen como malditos puñales. Pero al final todas esas montañas de palabras saturan la habitación y la puerta empieza a ceder... primero se oye un pequeño crac...luego un qqjjjrac... hasta que finalmente se oye el estruendo final que aplasta a aquel que esté en las inmediaciones de la habitación.
Quien dijo que las palabras se las lleva el viento era tan sabio como ignorante, pues, al igual que se las lleva, el viento puede cambiar de sentido y darte una bofetada en la cara, y lo más gracioso de todo esto, es que a veces ni siquiera te dan en la cara tus propias palabras (lo cual no es tan malo, ya que si dices algo, aprende a vivir con las consecuencias), sino que te pegan el manotazo las palabras de algún ser que habita en tu mismo entorno......au!!
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r
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c
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jueves, 20 de mayo de 2010
El error es vivir esperando...
Hace poco alguien me dijo que había cambiado, pregunté porqué y no supo que contestarme, su conclusión fue, que, tal vez, simplemente había cambiado su percepción sobre mí. Esto me dió que pensar, me sigo considerando más o menos la misma persona pero si vuelvo la vista hacia atrás (y tampoco he de retroceder tanto...) me doy cuenta de cuanta razón tiene.
En este último año he aprendido mucho. No puedo decir que haya tenido una mala experiencia que me haya hecho endurecerme (sólo los típicos altibajos que puede tener cualquier persona), pero sí he conocido a mucha gente: personas que no había visto en mi vida, otras de las que no me había percatado e incluso gente que siempre estuvo ahí. Creo que de todos vosotros he aprendido algo, tal vez por conversaciones, tal vez por hechos, tal vez por ser simplemente como sois, cada uno tiene su visión del mundo, y cada uno me ha hecho ver las cosas de distintas maneras para poder llegar a verlas de la mía propia.
Por el camino he perdido cantidad de cosas, no materiales, se ha ido la confianza que en algún momento hubo. Pero también he ganado, me habéis enseñado.
He aprendido que todo el mundo miente y que, como aquel que dice, no es oro todo lo que reluce. He escuchado tantas versiones de una misma historia que hasta me dan pena los protagonistas. He descubierto que la basura existe y que los basureros no se preocupan por las ratas. He comprobado la velocidad del sonido gracias al "de boca en boca". He decepcionado, estoy segura, y me han decepcionado, por descontado. He llegado a un límite y he dado la vuelta, ahora soy yo, ayer, y mañana. No hay más remedio que aceptar las cosas tal como vienen, no queda otra que dejarlas estar...no, prefiero ponerme a prueba, gracias. He dejado de creer en muchas cosas, pero siempre está la excepción que confirma la regla...
Aunque también he aprendido que toda experiencia merece la pena, que hay conversaciones que enamoran, que fascinan, aunque sean de la mayor estupidez del mundo, a ver quien suelta la burrada más grande, largos paseos, fotos, canciones y más canciones, textos y más textos, minimalismo.....
Y lo que me queda....porque hay gente a la que echo de menos y gente a la que no... y porque otras veces, lo que echo de menos, son las sensaciones.
y la solución... vivir sintiendo.
martes, 18 de mayo de 2010
Cristal opaco.
Mi vida, fiel servidora de tu grandeza,
tu autoestima y tus deseos.
Condenada a la eterna incapacidad para dejar de quererte,
para pensar que mi felicidad acaso
vale algo más que la tuya.
Tu vida, tan grande e importante,
incomparable a las demás.
Tus lágrimas de cristal,
tan delicadas. Las recojo una a una,
las busco en el inmenso espacio.
¿Me ves?
Imposible, todo lo que es más importante que yo
te refugia de mí. Estás ciega.
Arráncame el corazón sin piedad,
penetra en mi piel como cuchillas afiladas
y siénteme. Siente que yo también sangro
y no tengas miedo,
el daño físico es lo que menos importa
y si esto te sirve
mi sufrimiento tendrá recompensa.
Egoísta.
sábado, 15 de mayo de 2010
Aristóteles y la juventud.
Retórica, Libro II, Capítulo XII.
martes, 4 de mayo de 2010
Francisco Ayala. La retórica del periodismo.
viernes, 23 de abril de 2010
11-S
La felicidad no es una forma de existir, la felicidad solo es un cúmulo de momentos efímeros que ocurren por pura casualidad.
Una sonrisa, la certeza de que no te has equivocado, la seguridad que te da esa luz que nunca se apaga, el cariño de un abrazo, la fe en uno mismo, el deseo de progresar, la seguridad de una amistad, cumplir un sueño, controlar un sentimiento, la asimilación, el respeto. Aceptarse a uno mismo. Tenerte.
Mentí, te necesito, no te vayas.
¿Existe la posibilidad de alzarse? ¿Sujetarás mi mano cuando lo necesite? Perdiste el rumbo de tus pies. ¿Algún día me prestarás la bombilla que yo misma te regalé?
lunes, 12 de abril de 2010
Entre falsetes y silencios...
Así que ojo, se ha dicho. Atentos a las semicorcheas en forma de tren desbocado terminando en tresillo. Toda obra tiene su parte complicada; como la vida de cada uno, vaya. Pero la amplia ligadura que enlaza primera y segunda frase, el antes y el después, el hoy y el mañana, no se puede romper. Perdería la canción coherencia, expresión.... Ritardando provocado, en lenguaje musical y Parón y media vuelta se dice en la calle.
Pero han ido a dar con la más tonta. Me han elegido a mí para interpretar la propia sinfonía de mi vida, o de la nuestra; no he pensado enfoque todavía. Lo que sí sé es que no será nada lento. Más bien un moderato con fines de semana en swing. Síncopas de ponche con cola y platillazos cerrando compás. Una locura: timbales, viento madera retumbando, xilófonos valientes, cajas, bombos. Y de repente el dulce solo del niño. Paz, tranquilidad: dos días, a lo sumo tres. El arco del contrabajo en ataque de histeria, la tuba afónica con ganas de revancha, cuatro gotas de arpa, tambores, triángulo, redoble… y A Tempo.
lunes, 29 de marzo de 2010
Pero...dame una idea anda..
Porque en el fondo a mí me gusta inventarme las historias de la gente que no he visto en mi vida, pero sólo por aburrimiento con su entretenimiento para saciar: “Mira, ese de ahí tiene 29 años, estudió geografía pero le fue mal, se puso a trabajar de fontanero y ahora es dueño de una multinacional de alto standing.” Y cómo camina sé de su vida, poco más. Así que ya ves, los prejuicios también tienen su morbo. El problema viene luego, cuando esa morbosidad se convierte en comentarios abismalmente despectivos que, a los apóstoles y a los santos pido, jamás escuche sobre mi persona, gracias. O amén.
Por mi culpa, por mi culpa; por mi gran culpa.
domingo, 28 de marzo de 2010
Instantes
En la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido, de hecho
tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría
más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido, comería
más helados y menos habas, tendría más problemas
reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente
cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría de tener
solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos;
no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin termómetro,
una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas;
Si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera y seguiría así hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres
y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante.
Pero ya tengo 85 años y sé que me estoy muriendo.
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Navegando por internet he encontrado este poema cuya creación se le atribuye a Borges, sin embargo, parece tratarse de un error ya que no pertenece a él. Supongo que empezaría a expandirse la equivocación y así se ha quedado.
Si os interesa os dejo el link donde he encontrado la información, aunque no sea demasiado reveladora.
http://www.rompecadenas.com.ar/instantes.htm
martes, 23 de marzo de 2010
En otras ocasiones no dices ni una sola palabra, tu expresión actúa sobre mi piel como cuchillas afiladas. Me miras con ojos inexpresivos, impenetrables, imposibles de descifrar. No aguanto la insoportable levedad de tu ser.
Te satisface verme rendida a tus pies, pero yo se que no es eso lo que más ansías, no quieres que suplique que me dejes de ahogar, prefieres que esté sometida a tí, sin posibilidad de merecer otra cosa.
Sin embargo, no existe la perfección y tú no acabas de ser perfecta. Algo tiene que llamar tu atención, porque cuando he perdido la noción del tiempo y ya ni recuerdo por qué estoy en esa situación, levanto la mirada y tú no sigues ahí. En tu lugar una mano roza la punta de mis dedos y me invita a mirar a la cegante luz del sol.
Lo siento, nunca conté con que fuéramos amigas, soledad.
sábado, 6 de marzo de 2010
¡Conjugue el verbo disfrutar!
En días como los de hoy, llueve, llueve, llueve...pero saldrá el sol, ¿no? Eso al fin y al cabo es lo que todos deseamos, ver la luz. Salimos de sentimientos oscuros, vanos y quizás hipócretas, ellos mismos nos engañan, con historias mal avenidas, nos impiden ver la luminosidad de nuestros pensamientos más deseados, de lograr esa estabilidad emocional, que con el paso del tiempo...el tiempo...que dicen pone todo en su sitio, y hoy, ahora puedo afirmar, que gran verdad es, y por lo tanto, caminamos, hacia esa luz tan brillante y espléndida que nos traerá grandes y mejores pensamientos y aptitudes, sentimientos con los que enfrentarnos a...a la vida, quitemonos esas gafas de sol oscuras con las que nos ocultamos, y abramos los ojos, miremos al cielo, cerremos los ojos y pensemos en ese día soleado con la brisa acariándonos el rostro, respiremos hondo y soltemos aire lentamente...y sin esfuerzo alguno, dibujaremos una sonrisa en nuestros labios, celebrando ese bienestar interior, descolchemos la botella de champán y bebamosla toda, toda, sorbito a sorbito, saboreando cada trago, cada gota y dejemos de buscar ese tapón con el que pretendemos ser perfectamente elocuentes y perfectos, dejemos salir esa espuma y brindemos, estamos aquí para algo ¿no?, a por ello, señores.
Y a deshora sale un sol alumbrado una esquina y alegrándome el día...
viernes, 26 de febrero de 2010
Arriesgar, tan fácil como eso, o ¿no?...
Pares o nones. Piedra, papel o tijera. Lanzar un dado al aire. Elige: ¿izquierda o derecha?
A veces no resulta todo tan fácil como un juego pero sí que se persigue el mismo objetivo: la meta. Ganar con tu apuesta. Que el papel envuelva la piedra todopoderosa que se carga a las tijeras que nos daban en el cole para recortar cartulina; una desfachatez de tijeras a prueba de subnormales (el que consiguiera cortar por el borde merece extenso reconocimiento). Los dados que se empeñan en 'trucarse' con tal de joderle a uno la suerte que le brinda el cubilete. Y cuando te dan dos manos a elegir siempre te decantas por el malo; o el menos bueno, siendo optimistas.
A veces la vida se resume a eso: juegos de niños. ¿Qué sería de nosotros sin la avaricia y el temor a perder? Porque eso es lo único que incrementa las ganas de jugar: perder; perderlo todo. Bancarrota, o quiebra, que le llaman ahora.
El problema es que quien no apuesta no gana y únicamente el afán del gran panel con exquisito bote acumulado para ganar es lo que nos hace tragar saliva y decidirnos a lanzar los dados, casi con ganas de que todo se lo lleve el viento...
Yo lo tengo claro. El trepidante juego infantil en el que se ha convertido mi día a día no permite bajas por depresión. Se parece a Jumanji pero sin peligro de muerte. No saldrá una jungla de un tablero pero sí estás obligado a jugar. Y como en una buena película de domingo por la tarde, sabes que acabarás ganando. ¿Se imaginan que Jumanji se tragara para siempre a los protagonistas? ¿Qué gracia tiene eso?
Los juegos de niños son, entonces, sólo metáfora. Y a veces ni siquiera pueden jugar los niños. Casinos, ruletas; todo al rojo. Si se gana, se gana. Y si no, también. Ahí está el verdadero secreto de los grandes divertimentos: incluso aquel que pierde está contento de tener con quién jugar.